Moiradas- derecho al pataleo

¡Vale, me lo como! ¡PERO ENFADADA!

Hannadas- señora feudal

Hannah: ¿Ada mi acaba? (traducción: ¿Eres mi esclava?)

Mamá: NO.

Hannah: (entre lloros y pataleos) ¡¡¿¿PO CÁ??!! (traducción: ¡¡¡¿por qué???!!!)

Moiradas y Hannadas- jurado popular

(Mientras ellos han estado 4 horas "recogiendo" juguetes y el padre entra con una bolsa de basura para tirarlos todos)

Moira y Hannah. ¡¡TÚ SÍ QUE VALES!! ¡¡¡TÚ SÍ QUE VALES!!! ¡¡TÚ SÍ QUE VALES!!

(La madre que las parió...)

Moiradas- Moira vicepresidenta del gobierno

Samuel: Yo os digo lo que tenéis que hacer.

Moira: Vale. Tú eres el jefe, YO MANDO y la Hannah lo hace.

(Dí que sí, hija, con esa mentalidad llegarás muuuuy lejos)

opciones ¿viables?

Sé que llevo unos meses que no me paso tanto por aquí, que no escribo como solía hacerlo, ni con las reflexiones de antaño ni con la profundidad de antes.  Pero a veces las circunstancias imperan y hay que restablecer prioridades.

El factor económico es una de esas prioridades y, tras 3 meses infructíferos de buscar empleo, me han animado a mirarme la posibilidad de abrir una empresa de artesanía, con mis cuadros y mis belenes. Parece una locura, pero si nadie me da la posibilidad de trabajar en su plantilla, tal vez sea el momento de crear mi propio empleo. La cosa pinta complicada, el dinero llama al dinero, sin él me es difícil afrontar los gastos fijos de una persona autónoma. Tengo que elaborar un plan de empresa para que promoción económica verifique que es una empresa viable y sellarme su conformidad. De momento puedo olvidarme del carné de artesano ya que no cumplo son los requisitos establecidos, tal vez en un futuro. Claro que sin ese carné me es más difícil entrar en las ferias de artesanía, ya que priorizan a los que han acreditado su profesionalidad en el sector.

De momento veo la cosa muy negra, pero, al día de hoy, no me voy a rendir. Vamos a hacer un plan de empresa y a conseguir que sea viable. Comenzaré desde cero, con un simple blog, registrar mis productos y a ver qué pasa. 

Al fin y al cabo "Quien no cree en los milagros no es realista. Quien no crea sus propios milagros no es responsable" pero siempre teniendo en cuenta que "nadie prueba la profundidad del río con ambos pies" (proverbio)