Es un hecho probado que no podemos caminar recto sin un punto de referencia (ver vídeo en inglés). Si no fijamos nuestra vista en el sol, la luna, alguna estrella o montaña no seremos capaces de caminar en linea recta y nos limitaremos a caminar en círculos.
De la misma manera no podemos caminar por esta vida sin tener un objetivo o un punto de referencia a donde llegar, porque no llegaremos a ninguna parte. Nos limitaremos a encontrarnos una y otra vez en el punto de partida. Tener un objetivo en la vida nos ayuda a avanzar. Cierto es que a veces debemos cambiar de rumbo por motivo de las circunstancias, pero sabremos que estamos virando y seremos conscientes de que hemos modificado el rumbo. Caminar en círculos es frustrante cuando quieres avanzar, porque gastas energías innecesariamente.
Cuando trabajaba como directora de tiempo libre y hacía un proyecto de ocio, lo primero que debíamos plantearnos era: ¿qué quiero conseguir? (a partir de una necesidad) y tomando como meta ese ideal, elaborábamos un proyecto. Todos los caminos no llevan a Roma (ahora no), pero todos los caminos te sirven si no sabes a dónde vas. ¿Tú a dónde quieres llegar?, ¿qué referencia tienes?, ¿te limitas a intentar caminar recto para llegar a alguna parte? Ten cuidado, seguramente acabarás en el punto de partida.
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