¿Cómo no ser mamá?

Últimamente estoy un poco decaída, no duermo bien y tengo bastantes ganas de llorar. Lo achaco al cansancio y a esa necesidad innata que tengo de expresarme a través del arte y que desde hace un mes me es imposible hacer (y lo que me queda).

A veces me cuestiono por qué Dios me ha hecho de cierta manera si no puedo sacar lo que llevo dentro, luego recuerdo que Dios no comete errores y que debo abrir más los ojos para poder ver la salida, porque la hay.

En medio de un lago de melancolía, frustración y coraje, por hacer lo que creo que es necesario y prioritario, mi hija mediana me preguntó un día: "mamá, ¿qué quieres ser de mayor?" Hace tiempo que no me lo preguntaban, es decir,  la gente da por sentado que, como soy madre, solo debería hacer eso y, como mucho, ponerme a trabajar en cualquier oficio para sacar la familia adelante. Pero no, mi hija no se limitó a encasillarme y, por primera vez en mucho tiempo, alguien me preguntó con la inocencia de quien se cree libre para hacer lo que se proponga en esta vida.

Me quedé pensando y repasé todo lo que me gustaría hacer, ya sea por hobby o por profesión, al final le respondí: "escritora y pintora". Mi mono araña se quedó satisfecha con la respuesta, pero mi primogénito añadió: "mamá, tú ya eres mayor". Y el mundo se me vino abajo. Tenía razón, ya era mayor y todavía tengo esa parte de mí que clama por salir y ser libre. El sentido común lo ata con cadenas a la tierra sabiendo que el egoísmo de la realización personal te lleva a cubrir ciertos aspectos, pero puede llevarte a perder lo que más quieres. Sin embargo, mi hijo no me dejó en la miseria de los clichés sociales, sino que añadió: "tú ya eres una escribidora y pintora. Pintas muy bien mamá, ese cuadro de la luna es taaaaaaaaan bonito. Deberías mandar tus cuadros a un museo. Son muy bonitos". Y se me cayó el mundo entero a los pies. 

¿Cómo no ser madre? ¿cómo no renunciar a esa parte de mí que me hace ser yo? Tienen tanta fe en mí... y yo tengo tanta fe en ellos... ¿cómo no morderme el egocentrismo para estar con mis pequeños y darles lo que necesitan? ¿cómo no hacerlo? Ser madre es duro y al mismo tiempo tan gratificante... 

Es bonito que alguien tenga fe en ti, aunque tan solo sea por el afecto que te tienen. ¿Acaso no es eso motivo de felicidad? Alguien me quiere tanto... alguien tiene tanta fe en mi... no pienso defraudarles. Me hunda o no, ellos son lo primero. Por Dios, por ellos y mi marido. No soy la primera en la lista de mis prioridades. Cuesta vivir para los demás, pero en esta vida no se trata de vivir para uno mismo, si es así ya has tenido tu recompensa. Amar es buscar el bienestar de la otra persona por encima del tuyo propio.

Y de vez en cuando esos locos bajitos me inyectan esperanza.

"mama ¿tú qué quieres ser de mayor?"

"tú ya eres una escribidora y pintora. Pintas muy bien mamá, ese cuadro de la luna es taaaaaaaaan bonito. Deberías mandar tus cuadros a un museo"

Y el mundo se para.