If you want to translate the blog just select your language

viernes, 22 de noviembre de 2013

Confío, espero... por imposible que parezca





Soy redonda en un mundo de rectas,
un pez que lanzaron en la tierra seca,
un alien en busca de un alma gemela,
un copo de nieve de tonos violeta.

Un breve segundo vivido a destiempo,
una luz oculta, un canario preso,
una carta de amor que extravía el cartero,
voz que no escuchan, color para un ciego.

Y lo que no entiendo es por qué me ha tocado
vivir en un tiempo y sitio equivocado...
Si todo controlas, si no te equivocas
¿qué hace un pez trepando las rocas?

Si tengo que andar ¿por qué das aletas?
¿y no das pulmones si he de respirar?
si mi sitio es el agua, si todo controlas,
si no te equivocas... ¡¿Qué hago en las rocas?!

Por mucho que lime, mis curvas no son rectas,
por mucho que intente no me crecen piernas,
el alien se pierde, no encaja en la tierra,
el copo se funde, se ensucia el violeta.

Soy pez que se asfixia en la tierra seca
me acerco a la fuente buscando respuestas.
Me cantas promesas de agua y espera.
No llueve ni hay nubes, no hay rios cerca.

Parece imposible a los ojos de un pez.
Con la boca seca te voy a creer.
Si todo controlas, si no te equivocas...
esté o no esté loca: ESPERO EN LA ROCA.


(Dámaris García Puga 15 agosto 2013)

miércoles, 21 de agosto de 2013

martes, 23 de julio de 2013

Samueladas- politequeando



(Viendo a una lagartija por la ventana)
Moira: la llamaremos Wanda.
Hannah: se llama Laura.
Samuel: Se llama Mariano Rajoy.

(Ala, te has pasado... pobre lagartija...)

martes, 16 de julio de 2013

Si esto es todo lo que hay

Cada vez, con más frecuencia, me pregunto si esto es todo lo que hay, todo lo que me espera. Y el pensamiento práctico amenaza con conquistar mi mundo.Porque  ¿y si no hay nada más aguardándome? 

Debería doblar los arcoiris y guardarlos bien puestos en el armario. Encajar las tiaras y los vestidos de gala, vaciar la alacena de sueños y tapar con sábanas el mobiliario de "muy, muy lejano". 
Si esto es todo lo que hay, tendría que meter al unicornio en el transportín y darles las llaves de mi castillo a mi hada madrina para que siga regando las plantas por mí, enterrar en algoón las ollas de oro y despedir a los duendes con un tierno abrazo, silenciar al pentagrama que revolotea y encumbra miles de momentos mágicos y susurrarle al oído un "buenas noches, ya no es hora de hacer ruido", dejar saltar a las traviesas y juguetonas notas y hacerles cosquillas a la par que disfruto de un último baile a la luz de las estrellas.

Si esto es lo que hay y no hay nada más para mí, va siendo hora de abandonar el palacio de jade y descender a lo que me ha sido concedido.
Sin embargo, aunque esto sea todo, debería intentar buscar el ritmo en los segundos vacíos, la melodía en el rugido de las máquinas y los colores en la sombra de la fábrica. Un, dos, tres, cuatro, cinco, targeta; uno, dos, tres, cuatro, cinco, targeta. Al ritmo, al compás, buscando la música donde no la hay.

Si esto es todo lo que hay. Si no me espera nada más.


sábado, 15 de junio de 2013

Al amor de mi vida

Me dijeron que no era hermosa, tus ojos mostraban que no estabas de acuerdo.

Me decían que si llevaba la contraria a un hombre, jamás me iba a querer; aún me sorprendo cuando te paras a escucharme cuando difiero en algo y me das las gracias por hacerte entender que hay otros puntos de vista.

Me enseñaron a dejarme llevar por un hombre y a que él tomara todas las decisiones; tú dices que soy la luz de un faro que ilumino tu oscuridad porque te enseño el camino correcto.

Me decían que era arisca; todavía veo tus ojos desencajados cuando pronuncias que no has conocido a gente tan ciega que se negara a conocerme y rechazara mi ternura evidente.

Me hicieron creer que jamás llegaría a ser esposa, que nadie querría lo que podía ofrecer; tú das gracias al cielo por el "milagro" que es tenerme en tu vida precisamente por tener las cualidades que ellos rechazaban.

¿Y todavía te preguntas por qué me enamoré de ti? ¿Por qué no puedo imaginarme una vida sin ti? ¿Por qué no me importaba lo que la gente dijera sobre ti?
Me diste el mundo, me enseñaste que no todas las personas son crueles, que no merece la pena guardar rencor si eso te hace perder tu esencia, que no todo vale, que tú me ves como soy en realidad.
¿Y todavía te preguntas por qué sigo a tu lado después de diez años? Tus besos, tus caricias, tus abrazos, tu mirada, tu sonrisa... me hacen recordar cada día lo que fui y lo que soy contigo. Cuando vienen los malos tiempos, solo tengo que recordar lo que has hecho por mí, lo que me has dado, la esperanza que me has brindado. Y todo vuelve a brillar, con tu voz, con tu piel, con tu mirada azul. Y después de diez años de matrimonio, sigues aquí, demostrándome que el amor eterno existe, que un hombre puede ser fiel, que somos iguales, que todavía me quieres a pesar de conocer cada uno de mis más oscuros rincones, ni un defecto que no sepas, ni una virtud que te haya pasado por alto. Y me quieres... y te quedas... y me cuidas... y me dejas ser yo misma.

¿Aún te sorprende que supiera tan pronto que eras el amor de mi vida? Lo único sorprendente es que Dios te pusiera en mi camino y que te enamoraras de mí.



Feliz décimo aniversario de bodas, Carlos.

miércoles, 5 de junio de 2013

textos de mi pasado II


(...)
Y me da miedo, miedo a superarte, a no quererte. Miedo a olvidar todos los motivos que me diste para enamorarme de ti. Tal vez esté harta de esperar algo incierto (...) 

 ¿Te habré perdido por no saber esperar? Deseo que ahora mismo me salves de las dudas, pero un oscuro escalofrío recorre mi cuerpo al ver que he aceptado tan severamente que jamás aparecerás cruzando este umbral, que he llegado a pensar que este ingenuo amor que sentía por ti se está enfriando porque el duro invierno solo trae silencio de tus labios.

Y por muy mal que me sepa, te estoy superando
y cada lágrima que vierto por ti es un día menos que te estaré esperando.
No sé si es por fortuna o por desgracia, pero lloro cada día.

Tómatelo como quieras,
tal vez la lágrimas de anoche agotaron las noches de espera.

                                                                                                                                  17 diciembre 1999

martes, 4 de junio de 2013

textos de mi pasado I

Creo que acabo de inaugurar una nueva sección en este caótico blog. Ayer estuve buscando entre mis cuadernos, aquellos que guardaban textos y poemas de amor. Eran fragmentos de mi adolescencia y juventud. Los repasé todos... bueno, al parecer no todos. Hoy he encontrado el que refleja aquella etapa de mi vida en la que todo comenzó a cambiar y me ha llamado la atención. Esto lo escribí cuando tenía 21 años, todavía estaba perdida, me lesioné las rodillas, deambulé por ciclos formativos y universidad y nada me llenaba. Qué extraño que alguien te muestre el camino y lo desestimes a la ligera:



"Acabo de leer uno de mis textos a dos jovencitas y me han dicho que si pensé en ser escritora. No lo seré. Dicen que escriba todo esto en un libro y ya está, lo ven todo tan fácil... (...)

He aprendido cosas a golpes que no quiero volver a pasar, he visto muchas cosas que no quisiera volver a ver y, sin embargo soy consciente de que no he visto la octava parte del trayecto. Es fácil escribir cosas bonitas cuando tú eres mi inspiración, cuando tus ojos me dictan lo que debo escribir, cuando los sentimientos hacen mover el bolígrafo a su parecer (...) "
                                                                                                                    5 mayo 2000

Yo en el campamento L'Arcada. Verano del 2000. Técnico de sonido y realización de espectáculos fueron algunos de los ciclos formativos por los que pasé... pegada a un boli y a un cuaderno de poemas.

Y me asombra que algo tan natural en mi como escribir nunca fuera mi primera opción, tal vez porque era tan inherente en mi comportamiento, en mi carácter, en mi rutina, que no creí que pudiera llegar a ser mi profesión. Ahora lo sé, me di cuenta nueve años después de esta foto, pero lo sé y, aunque me sepa incomprendida, voy convenciendo a los de mi alrededor que esto es lo que realmente quiero. A base de años de insistir, las dudas de los más escépticos se han convertido en "lo tienes muy claro", "has elegido tu camino" y los más entusiastas en "todo tiene su tiempo", "lo conseguirás, aunque no sabemos cuando"

Y he decidido sacar a la luz algunos textos de amor de mi juventud (pero sobretodo de desamor, ya se sabe que siempre fui un poco "emo" y muy "nerd" para pasarme horas escribiendo poemas en los pupitres de clase de mates y física y química).


jueves, 30 de mayo de 2013

dudas

Sé que me oyes, que escuchas mi clamor, que tus oídos están atentos a mis súplicas. Estoy aquí, a la merced de las olas. En medio de la tempestad quiero mirarte y fijar mi fe en ti, pero las dudas me asaltan y me cuestiono si todo lo que me prometiste fue real o escuché lo que quería oír. Y cuando creo que alcanzo la orilla, las olas vuelven a sumergirme en un mar de dudas. ¿Me has prometido que tendré todo lo que te he pedido? ¿Se lo prometiste a otra mujer y yo robé la promesa sin tu consentimiento? ¿Soy yo la mujer que esperaba y que sus cadenas serían quebradas o era otra la afortunada que acaparó todas las bendiciones? Y de nuevo a lo profundo, con el vaivén de las olas, con la incertidumbre de la duda. Y quiero fijar mis ojos en ti, pero no puedo, porque no puedo tener la certeza de unas promesas que no sé si me las han pronunciado. Y la duda me aflige, porque mis pies no alcanzan el suelo firme y oscilo en una insana agonía. Lo que un día me consuela, el otro desaparece. No quiero ser inconstante, no quiero ir y venir con mis dudas, ahogándome en un océano cuando podría haber descansado en suelo firme, entre tus brazos.

Dame la certeza de tus promesas. Comencemos de cero. No puedo seguir en la incertidumbre, no quiero dudar de tu palabra, no soy así, nunca me gustaron las personas inconstantes y no quiero convertirme en una de ellas, pero me está faltando la fe, a días. Y sé que es irracional, que tus promesas no mudan, que tu misericordia es constante. Soy yo la que cambio, la que dudo, la que resbala mi pie y pierde el contacto con  el suelo y me dejo llevar la por la corriente. Sujétame fuerte, endereza los caminos torcidos. Lléname con tus promesas, ayúdame a no separar mis ojos de ti y que la corriente no me vuelva a arrastrar al horizonte. No quiero dudar más. Lléname con certezas.


martes, 28 de mayo de 2013

Esperando tus promesas

He vivido perdida, sin saber qué camino escoger, dando tumbos por la vida esperando un milagro. La vida no es justa y me he estado apoyando en mi propia prudencia durante demasiados años. Y aquí estoy, encorvada, presa en mis propias decisiones. Encarcelada en unas circunstancias que, no siempre, he elegido. Pero aquí estás tú introduciendo aire en mis pulmones, susurrándome promesas al oído. Tal vez suene a locura, pero sé que enderezarás mis caminos torcidos, abrirás puertas de bronce y quebrarás cerrojos de hierro. Todo lo que estuvo oculto me lo mostrarás, por amor a tu nombre. Soy consciente de mis errores, mis pecados no te son ocultos, y a pesar de ello, me amas y me mostrarás el camino donde debo andar. 

Todos me llamaban rebelde y por eso me has puesto a prueba. Aquí estoy, esperando a que endereces mis veredas, a que abras las puertas que  me fueron cerradas antaño. Pues si tú condeces ¿quién denegará?

Te oigo, murmurando, lo que harás en mi vida. Tal vez suene a locura, pero creo en tus promesas.
Aquí me tienes. Estoy torcida, restáurame. Estoy presa, abre puertas. Me niegan el acceso, quiebra candados imposibles. Y ahora sé que ya no sigues enfadado conmigo, que perdonas todas mis iniquidades, que soy la niña de tus ojos. Solo te pido una cosa: mientras me enderezas, abrázame y no me sueltes.

Yo cuando me creía las mentiras (año 1981-82)

Yo cuando dejé de creérmelas y me supe perdida ( año 1999)

 Cuando me encontré (2009). Espero en sus promesas.

lunes, 6 de mayo de 2013

Espero


Espero de pie, impaciente. Clamo al cielo y solo el silencio regresa a modo de respuesta. No te oigo. Tal vez no sepa escucharte. Mis sueños te pertenecen. Abres puertas y nadie puede cerrarlas, las cierras y nadie logra, ni siquiera, entornarlas. Espero tu voz como luz del alba. Mis huesos entumecidos por el sufrimiento anhelan la calidez de la esperanza. Exclamo súplicas, no me respondes. Mi alma se funde en lágrimas. Mis sueños luchan por poder estirar sus alas y volar bien lejos. Todo depende de ti, de tus tiempos, de tu misericordia. Alzo mis manos y abrazo el vacío. ¿Dónde estás? ¿Callarás para siempre? Mas sigo clamando, rogando, bramando la desesperación que necesita ser disuelta con respuestas. Espero de pie, preparada. No pienso vivir de rodillas.

lunes, 29 de abril de 2013

Vuela


Permite que abra la ventana y vuela conmigo. Déjame mostrarte lo que se siente al notar el aire en el rostro. Dame la mano y acompáñame en el viaje. No te quedes sentado, levántate y vuela a mi lado. No me pidas que me corte las alas, porque sabes que lo haré, por ti. No me pidas que me quede encerrada, porque lo haré si me lo pides. Necesito volar, es mi condición. Vuela conmigo. No me ruegues que ampute mis alas por ti, porque a ciencia cierta sabes que no dudaría en hacerlo, por ti, morir en el suelo, petrificada, soñando con el cielo, con el viento. Pero estás aquí, con las ventanas cerradas y no me muevo, porque mi lugar es donde estás tú, pero mis alas duelen y necesitan ser estiradas. Abre la ventana y vuela conmigo, déjame libre y sé libre conmigo. No asegures los cerrojos, deja que entre la brisa. Vuela conmigo. No me pidas que me quede más tiempo agazapada tras la sombra de estos muros... porque lo haré... si tú sigues aquí. Vuela conmigo, deja que utilice mi esencia. Vuela conmigo. Abre las ventanas, derriba la puerta y seamos libres. No te conformes con esto. No me ates las alas. Vuela conmigo... o me quedaré encerrada para siempre... contigo.

Busco respuestas

Las encrucijadas son difíciles, pero estar en oscuridad sin saber qué camino escoger, o si realmente hay un camino alternativo, es lo más complicado. A veces, la ignorancia es menos perjudicial que saber toda la verdad y las cosas que han de venir, pero ¿acaso es bueno estar en penumbras e inerte a causa de la desorientación o del conformismo? ¿Hay salida? ¿Debo seguir buscando soluciones? ¿Debo seguir pidiendo hasta recibir respuesta? ¿Sabré aceptar un "no"? ¿Me están diciendo un "no" y no soy capaz de verlo o asumirlo? ¿Debo seguir golpeando la celda? ¿Debo seguir alzando la voz, rogando misericordia? ¿Esto es lo que ha de ser y no hay nada más? ¿Por qué he de haber nacido de una manera si no puedo ser más que una sombra de lo que creo que puedo ofrecer? ¿Lo que vivo es un silencio o una respuesta: ¿espera? ¿no?... no estoy sabiendo entender la respuesta?
Pensaba que esto iba a ser temporal, pero las oscuras circunstancias se presentan indefinidas y asfixiantes. ¿Seré yo? ¿Será algo externo lo que me impide volar? ¿Qué camino seguir? ¿Hay camino para mí?

Ya dije que este había sido uno de los años más difíciles de mi vida desde que nací de nuevo y tuve otra oportunidad. Hace dos meses tuve un accidente de coche del que tuve suerte de salir casi ilesa, tan solo un latigazo cervical del que todavía me estoy recuperando. Sobreviví, sí, lo hice. Y en un paréntesis volví a soñar, a crear, a recordar quién soy por dentro. Pero el paréntesis se cierra y vuelven las preguntas, aumentan las veces que debo morderme la lengua, sujetarme el corazón y cerrar el boquete de mi pecho. Cuando creo que no aguanto más, Dios me da las fuerzas justas para seguir un día más, una humillación más, una decepción añadida al bote de "razones por las que debes dejar de soñar". La fortaleza necesaria para superar 24 horas, tal vez así no me aventure a caminar sin él, a creerme fuerte y prescindir de su bondad, de su misericordia y de su perdón inmerecido. Tal vez sea mejor así, tal vez si me diera fuerzas, patearía un par de altivos traseros, pero no las tengo (no las ganas de bajar algunas frentes orgullosas y anudar lenguas ociosas y malvadas, tengo ganas, pero no fuerzas).

Me siento atada de manos y pies. Solo tengo mi voz para clamar al cielo. ¿Debo seguir insistiendo? ¿Debo seguir golpeando el suelo con la vara o con una vez ya ha sido suficiente? ¿Ser la viuda que exaspera al juez injusto o derramar mi espíritu una sola vez como hizo Ana, sacudirse el polvo y volver en paz a casa sabiendo que mi oración ya ha sido escuchada? ¿Hay una promesa para mí? ¿Un camino a seguir? ¿Una esperanza a la celda y el escarnio? ¿Estoy en tiempo de espera o es ésto todo lo que me espera?
Busco respuestas, el único que puede concedérmelas calla. ¿Sigo clamando? ¿Sigo rogando? ¿O la porción que me toca en esta vida es asumir que no hay nada más allá del muro y tengo que vivir a ras de suelo... en este lado de la muralla? ¿o puedo ir minando la profundidad de lo imposible soñando... rogando?


Busco respuestas... aunque  me disculpo por formular en voz alta mis preguntas.


sábado, 27 de abril de 2013

Sueños desvanecidos


Deseamos que pasen cosas que no llegan. Anhelamos que el túnel se desvanezca y la luz se vislumbre, aunque sea en la lejanía. Los sueños, sueños son... pero ansiamos que sean reales. 

La vida, aquella que pasa escurriéndose entre los dedos, no da tregua. El ansia de poder de algunos es demasiado asfixiante para permitir respirar al resto. La falta de nivel intelectual es compensada con sobredosis de "demasiado-cabrón-anda-suelto" y algunos lacayos ríen y danzan alrededor del sol que más brilla.
Pero yo, saboreando el óxido de la sangre de mi lengua mordida, debo seguir adelante, adentrarme cada día en el túnel, poniendo todas mis fuerzas en dejar mis sueños atrás y dejar escapar las horas. 
La oscuridad es aterradoramente duradera, provocando un desaliento que borra las ganas de seguir soñando. ¿Para qué albergar esperanzas? ¿Para qué seguir mintiéndome? Estoy a merced del viento, de los caprichos de algunos que juegan con la necesidad del pobre.
Estoy atrapada. No hay salida. Y ellos lo saben.

Los anhelos de volar alto quedaron en el pasado, los de hacerlo a ras de suelo, se desvanecen. Ahora tan solo deseo morir de pie y no vivir de rodillas, aunque me arrastro. Se acabó. Arrojo la toalla. Son las 5 de la mañana, me pongo la sonrisa y salgo disfrazada al mundo. 
No hay cosa alguna que pueda hacer, o tal vez una: seguir en pie.


miércoles, 20 de marzo de 2013

Un año de silencio

Desde que comencé a trabajar en una fábrica para poder pagar la hipoteca, de eso hace casi un año, no he podido pasarme por aquí y filosofar como de costumbre. Podría decir que el tiempo ha sido escaso y que no me he podido pasar por el blog y espurrear mis diarreas mentales a diestro y siniestro, pero la pura verdad es que está siendo un año tan duro y complicado que mi mente tan solo es capaz de ir asimilando los acontecimientos y mi salud emocional va evolucionando como los digimon (que los pokémons son más antiguos aunque siguen dando la lata en la tele). Cuando me sienta con fuerzas podré proseguir con mis discursitos trascendentales y sobre lo que he aprendido en este año, que no es poco.

En los buenos momentos: disfrutamos; en los malos: crecemos como personas. Este año he crecido, aunque todavía quepo por la puerta de casa.
Como dijo el mayor sabio de la historia: todo tiene su tiempo. Y mi tiempo de silencio no ha finalizado. 

PD: como la vida no es justa y te da por todas partes hasta dejarte paralizado, de vez en cuando debes recordar lo que es la risa y el sentido del humor. Así que os dejo lo último que me hizo olvidar todos estos doce meses. (Si no entendéis el inglés hablan de la restauración del eceomo de Jesús y cómo el verdadero Jesús le da las gracias a la autora Cecilia por haber captado su verdadera esencia)


Un abrazo a todos y feliz semana santa.

Entradas populares