
Esto no puede ser, día tras día se me corrobora una teoría. CADA VEZ ME PAREZCO MÁS A MI MADRE. Cuando eras pequeñas deseabas ser como ella, cuando joven... ni de coña, y ahora... es un hecho indiscutible e irrebocable. ¿Cómo puede ser que acabemos reproduciendo los mismos patrones? ¿las mismas frases? ¿sentir las mismas frustraciones y acabemos entendiéndolas aún cuando nos parecía imposible?
¡¿para qué me tiro horas doblando ropa para que tú ahora la espurrees por la habitación?!
Que ¿¿¿¿quéÉEEE????
tira, tira... que te que te.
Y tragas saliva para controlar ese escalofrío que te recorre la conciencia. Si es que al final, lo que pare la gata... ratones mata.
Es cierto. Yo me miro al espejo y ya la reconozco a ella a mi edad.
ResponderEliminarYo no me he dado cuenta hasta que no me los han dicho mis ciudadanos, Dama. Repito las mismas frases... doy explicaciones excesivamente exhaustivas... Pero ella es mucho más delicada. Menudo cocktel si le añado el carácter explosivo de mi padre...
ResponderEliminarSi al final... lo raro es que no nos pareciéramos. Seguro que tu madre es una gran madre. "Els testos s' assemblen a les olles" Y sin en las ollas había buen cocido...
Besos, Dama
Susana, el parecido físico es más que evidente, a mi me preocupa los dejes de Vilches, jejejej.
ResponderEliminarSunsi, piropazos de los buenos. Muchas gracias de parte de ambas :) Los tuyos también hicieron un muy buen trabajo.