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lunes, 29 de abril de 2013

Vuela


Permite que abra la ventana y vuela conmigo. Déjame mostrarte lo que se siente al notar el aire en el rostro. Dame la mano y acompáñame en el viaje. No te quedes sentado, levántate y vuela a mi lado. No me pidas que me corte las alas, porque sabes que lo haré, por ti. No me pidas que me quede encerrada, porque lo haré si me lo pides. Necesito volar, es mi condición. Vuela conmigo. No me ruegues que ampute mis alas por ti, porque a ciencia cierta sabes que no dudaría en hacerlo, por ti, morir en el suelo, petrificada, soñando con el cielo, con el viento. Pero estás aquí, con las ventanas cerradas y no me muevo, porque mi lugar es donde estás tú, pero mis alas duelen y necesitan ser estiradas. Abre la ventana y vuela conmigo, déjame libre y sé libre conmigo. No asegures los cerrojos, deja que entre la brisa. Vuela conmigo. No me pidas que me quede más tiempo agazapada tras la sombra de estos muros... porque lo haré... si tú sigues aquí. Vuela conmigo, deja que utilice mi esencia. Vuela conmigo. Abre las ventanas, derriba la puerta y seamos libres. No te conformes con esto. No me ates las alas. Vuela conmigo... o me quedaré encerrada para siempre... contigo.

Busco respuestas

Las encrucijadas son difíciles, pero estar en oscuridad sin saber qué camino escoger, o si realmente hay un camino alternativo, es lo más complicado. A veces, la ignorancia es menos perjudicial que saber toda la verdad y las cosas que han de venir, pero ¿acaso es bueno estar en penumbras e inerte a causa de la desorientación o del conformismo? ¿Hay salida? ¿Debo seguir buscando soluciones? ¿Debo seguir pidiendo hasta recibir respuesta? ¿Sabré aceptar un "no"? ¿Me están diciendo un "no" y no soy capaz de verlo o asumirlo? ¿Debo seguir golpeando la celda? ¿Debo seguir alzando la voz, rogando misericordia? ¿Esto es lo que ha de ser y no hay nada más? ¿Por qué he de haber nacido de una manera si no puedo ser más que una sombra de lo que creo que puedo ofrecer? ¿Lo que vivo es un silencio o una respuesta: ¿espera? ¿no?... no estoy sabiendo entender la respuesta?
Pensaba que esto iba a ser temporal, pero las oscuras circunstancias se presentan indefinidas y asfixiantes. ¿Seré yo? ¿Será algo externo lo que me impide volar? ¿Qué camino seguir? ¿Hay camino para mí?

Ya dije que este había sido uno de los años más difíciles de mi vida desde que nací de nuevo y tuve otra oportunidad. Hace dos meses tuve un accidente de coche del que tuve suerte de salir casi ilesa, tan solo un latigazo cervical del que todavía me estoy recuperando. Sobreviví, sí, lo hice. Y en un paréntesis volví a soñar, a crear, a recordar quién soy por dentro. Pero el paréntesis se cierra y vuelven las preguntas, aumentan las veces que debo morderme la lengua, sujetarme el corazón y cerrar el boquete de mi pecho. Cuando creo que no aguanto más, Dios me da las fuerzas justas para seguir un día más, una humillación más, una decepción añadida al bote de "razones por las que debes dejar de soñar". La fortaleza necesaria para superar 24 horas, tal vez así no me aventure a caminar sin él, a creerme fuerte y prescindir de su bondad, de su misericordia y de su perdón inmerecido. Tal vez sea mejor así, tal vez si me diera fuerzas, patearía un par de altivos traseros, pero no las tengo (no las ganas de bajar algunas frentes orgullosas y anudar lenguas ociosas y malvadas, tengo ganas, pero no fuerzas).

Me siento atada de manos y pies. Solo tengo mi voz para clamar al cielo. ¿Debo seguir insistiendo? ¿Debo seguir golpeando el suelo con la vara o con una vez ya ha sido suficiente? ¿Ser la viuda que exaspera al juez injusto o derramar mi espíritu una sola vez como hizo Ana, sacudirse el polvo y volver en paz a casa sabiendo que mi oración ya ha sido escuchada? ¿Hay una promesa para mí? ¿Un camino a seguir? ¿Una esperanza a la celda y el escarnio? ¿Estoy en tiempo de espera o es ésto todo lo que me espera?
Busco respuestas, el único que puede concedérmelas calla. ¿Sigo clamando? ¿Sigo rogando? ¿O la porción que me toca en esta vida es asumir que no hay nada más allá del muro y tengo que vivir a ras de suelo... en este lado de la muralla? ¿o puedo ir minando la profundidad de lo imposible soñando... rogando?


Busco respuestas... aunque  me disculpo por formular en voz alta mis preguntas.


sábado, 27 de abril de 2013

Sueños desvanecidos


Deseamos que pasen cosas que no llegan. Anhelamos que el túnel se desvanezca y la luz se vislumbre, aunque sea en la lejanía. Los sueños, sueños son... pero ansiamos que sean reales. 

La vida, aquella que pasa escurriéndose entre los dedos, no da tregua. El ansia de poder de algunos es demasiado asfixiante para permitir respirar al resto. La falta de nivel intelectual es compensada con sobredosis de "demasiado-cabrón-anda-suelto" y algunos lacayos ríen y danzan alrededor del sol que más brilla.
Pero yo, saboreando el óxido de la sangre de mi lengua mordida, debo seguir adelante, adentrarme cada día en el túnel, poniendo todas mis fuerzas en dejar mis sueños atrás y dejar escapar las horas. 
La oscuridad es aterradoramente duradera, provocando un desaliento que borra las ganas de seguir soñando. ¿Para qué albergar esperanzas? ¿Para qué seguir mintiéndome? Estoy a merced del viento, de los caprichos de algunos que juegan con la necesidad del pobre.
Estoy atrapada. No hay salida. Y ellos lo saben.

Los anhelos de volar alto quedaron en el pasado, los de hacerlo a ras de suelo, se desvanecen. Ahora tan solo deseo morir de pie y no vivir de rodillas, aunque me arrastro. Se acabó. Arrojo la toalla. Son las 5 de la mañana, me pongo la sonrisa y salgo disfrazada al mundo. 
No hay cosa alguna que pueda hacer, o tal vez una: seguir en pie.


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