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domingo, 30 de octubre de 2011

intento de secuestro

Hoy desearía no saber lo que sé ahora, que las desgracias vienen en un segundo, que nunca sabes lo que te pasará dentro de cinco minutos, que tal vez sea la última vez que veas a un ser querido. Hoy, a las 21:30 han estado a punto de secuestrar a mi hija menor. 
Visitando a mi cuñada en el barrio del raval en Barcelona, un hombre ha pasado por nuestro lado, ha aprovechado que yo estaba regañando a mi hijo mayor porque ha cruzado sin mirar la calle y pasaba un coche y ha cogido a mi hija menor de la mano y se la llevaba calle abajo, abrigado por la gente que caminaba junto a él. Suelo contar a mis hijos como suelo hacer cuando soy monitora y tengo muchos niños a mi cargo. 1,2,3 bien, están todos. 1,2,3 bien, están todos. Pero esta noche... 1,2... 1,2... ¿dónde está Hannah? y a mitad de calle vi un abrigo rosa entre la gente que caminaba de la mano de un hombre que caminaba casualmente por la calle como si paseara con su nieta. He salido corriendo, gritando a pleno pulmón ¡¡¡esa niña es mía!!! ¡¡¡eso no es una broma!!! ¡¡¡¡suelte a mi hija!!!!!!! pero no la soltaba. He tenido que arrancársela de la mano. ¿QUE ESTA HACIENDO? 

El viejo se ha puesto a reír "eso, eso, que tenga miedo, que aprenda a no irse con nadie. Solo era una broma. Eso, sea dura con ella."

Cuando he acabado de enseñar esa lección a mi hija menor de poco me como al hombre con la mirada, porque estaba petrificada por el horror, me ha faltado sangre fría para fijarme en su ropa, en sus ojos, en su descripción para llamar a la policía y denunciarle. Me ha faltado sangre fría, solo me importaba mi hija, mis hijos, mi sobrino que estaba en la calle. Allí mismo hemos tenido la conversación que he tenido con mis hijos mayores muchas veces. JAMAS TE VAYAS CON DESCONOCIDOS. Aunque te den la mano, aunque tengan cara de buenos, aunque te digan que te van a dar un juguete o que yo les he dicho que os lleven a un sitio. JAMAS. Más adelante les he dado permiso para chillar, morder o dar patadas a quien trate de llevárselos por la fuerza.

Han estado a punto de secuestrara mi hija... el mundo, hoy, me parece una cueva de lobos.

viernes, 21 de octubre de 2011

verdes prados


En momentos de obcecación uno piensa que los prados de otras latitudes son más verdes, que el cielo luce más azul y que el aire es más limpio. En circunstancias poco razonables puedes llegar a creer que hay un paraíso ahí afuera esperándote.
Tal vez en algunos casos sea así, pero normalmente el refrán que más me repito cuando esos pensamientos me asaltan, mintiéndome, es que "en todas las casas cuecen habas" Que si hay más verdor en otros lados es porque habrá más lluvia y más barro, que no todo es perfecto y que cuando se vayan las nubes que me atoran seré consciente de que mi prado es igual de hermoso, con su verdor justo, su cielo inmenso y su aire respirable y saludable, que la belleza está en cualquier lado.

El desaliento puede sobrevenirme a veces, pero no le dejo demasiado hueco en mi cabeza. Soy afortunada, solo tengo que mirar al lugar correcto.

jueves, 20 de octubre de 2011

Samueladas- enamorado del cole


¿Yo no tengo piojos?
¿Ves? La moira y la Hannah YA HAN CONSEGUIDO no ir al cole.

(sí, eso, han cogido piojos para librarse del cole. La mala suerte es que tú no los hayas cogido ¿verdad? si es que...)

Secreto de familia

Hace poco me contaron algo que recientemente descubrieron de mi abuela. No es un secreto que mi abuelo batalló con los rojos, que lo metieron 3 años en un campo de concentración en España (una plaza de toros, según recuerdo de conversaciones antiguas), que volvió irreconociblemente en los huesos y comidito de piojos, pero volvió a pesar de todo. Que estuvieron a punto de fusilar a mis abuelos, pero que un escuadrón americano (o inglés, no recuerdo bien) les salvó justo en el momento en que iban a apretar los gatillos, ya puestos en filas ante la fosa común. Pero recientemente nos han revelado que mi abuelo no fue el único en ponerse en peligro, sino que mi abuela, al anochecer, cogía un fusil y se iba con otras mujeres a luchar al frente.

Un secreto que no se ha querido revelar, algo oculto como si fuera una vergüenza. Pues yo, aunque en contra de la guerra y de las armas, estoy orgullosa de mi abuela, al menos ese detalle me hace entenderla mejor. Una mujer fuerte, con carácter, capaz de llevar 7 hijos adelante, de trabajar en los ferrocarriles y sufrir por amor y no acobardarse.

Mi pensamiento de hoy va por mi abuela. Cambiaste la escopeta por pañales, pero seguiste siempre muy guerrera. Nos vemos en el cielo, YAYA.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Mi maridito Shrek




Creo que no es la primera vez que comparo a mi marido con Shrek, pero es que el romanticismo no entra en su vocabulario. Tengo la sensación de que tiene tantas virtudes que tuvo que descartar una y eligió, precisamente, el romanticismo. Todo lo no lo puede tener el chiquillo. Para muestra un botón:

Ayer estuvimos viendo el último capítulo de Norte y Sur, una gran serie de época, romántica y fantástica. En el último minuto, cuando ellos se besan en el tren superando todas las dificultades, todas las tristezas... va y dice mi Shrek: "Anda, los trenes de época tenían puerta en cada compartimento" a lo que le respondí: "sí, cariño, en esto mismo estaba pensando ahora". Luego vinieron las bromas y las risas. ¿A quién se le ocurre fijarse en las puertas de los trenes tras 4 horas de sufrimiento? a un ogro bondadoso, por supuesto.

lunes, 17 de octubre de 2011

viernes, 14 de octubre de 2011

La esperanza del brócoli

Las lecciones de esperanza aparecen cuando menos te las esperas.

Hace ya mes y medio que comencé a plantar mi huerto de invierno. Los primeros huéspedes fueron los puerros, las lechugas, las escarolas, las coles y algunos brócolis. Más adelante se sumaron coles de paperina, calçots y más brócoli. Los nuevos inquilinos serán las coles lombardas (si es que por fin las encuentro). 

A lo que iba, a pesar del vayado para perros, el venenos de caracoles y limacos, el veneno para hormigas y los herbicidas, había un factor con el que no contaba y con el que poco podía hacer: mi gato. Le gusta pasearse por el huerto, mearse en los calçots y escarbar en la única planta que no debe ser desenterrada. Un día, regando, me di cuenta de que una planta de brócoli había sido asesinada porque se habría arrancado el brote tierno de la punta, o sea, por donde crece la planta. Estuve tentada de arrancar la planta de raíz porque me ocupaba espacio y no iba a crecer más. ¿Para qué tener cuatro hojas ocupando el lugar de una planta con posibilidades de dar fruto? Justo antes de hacerlo decidí dejarla. "Tal vez no sea como los pinos que si se corta por la base se mueren... tal vez... no sé... ¿y si le crece más plantitas por la base?" Así que decidí darle una oportunidad y la dejé donde estaba, regándola, desperdiciando agua con la planta muerta.

Cual ha sido mi sorpresa hoy que de la base han crecido como seis brotes perfectos de brócoli. Miraba a las demás plantas y apenas tenían 1 brote, 2 o 3... aquella planta medio muerta iba a ser la más fructífera de todas.

A veces, en nuestra vida suceden imprevistos, accidentes, cosas que no puedes evitar y parece que te destrozan el día, el mes, el año o la vida. Muchas veces actuamos como yo quería hacer: cortar por lo sano, derrumbarse, pensar que todo está perdido, sin embargo, si solo dejamos tiempo, amor, cuidado y esperanza, aquello que parecía ser un terrible contratiempo, se puede convertir en un bien mayor. 

Nos rendimos demasiado deprisa, queremos las cosas al instante, si no salen bien a la primera desistimos... sin entender que la vida es mucho más compleja y hermosa que nuestra corta persistencia.

martes, 11 de octubre de 2011

Ante la crisis...


Ayer escribí una entrada sobre lo mucho que me preocupaba tener el agua al cuello. Momentos más tarde se levantó mi marido, que ahora está de baja por una operación de menisco, y estuvimos hablando del asunto. Él lo ve tan fácil... me encanta su manera de ver el mundo, por eso me casé con él.

Reconozco que al principio me molestó su pregunta "¿por qué te preocupa nuestra economía?", a los que yo le respondí "¿¿¿Y TU QUÉ CREES??? Samuel necesita ropa y zapatos, Hannah también. ¿De dónde lo vamos a sacar?" Carlos se limitó a hacer números. "A ver... ¿qué nos falta por pagar? esto, esto, esto... ummmm... bueno, ahí lo tienes. Si vamos a esa tienda de zapatos tan barata de Gerona y luego vamos a la otra que tiene ofertas... podemos comprarle los zapatos y dos pantalones al Samuel. El mes que viene... el chándal. Y arreglado. A la tarde iremos a comprárselo. ¿sí? No te preocupes, no podemos comprarle toda la ropa que necesita de golpe, pero poco a poco... aprovechando que hacer algo de calor... Dios nos ayuda y nos va echando un cable cunado lo necesitamos."

"¿Pero luego qué?" le pregunté como si los problemas del día presente no fueran suficientes. ¿Qué pasará cuando se me acabe el subsidio?". Sabed que su mente solo alberga el presente.. "uy, quedan unos meses para eso". ¿Cómo puede obviar un problema tan gordo? Simplemente porque él tenía planeada la solución. "Cariño, llegado el momento le diré a mi jefe que trabajaré los sábados y haré una hora y media extra al día, con eso debería bastar para suplir los 400€ que te dan ahora. Y si no... pues trabajo de fin de semana"

Yo no veía con buenos ojos que él estuviera tanto tiempo trabajando, sacrificando de su tiempo mientras yo estoy de "brazos cruzados". Sin embargo, mi buen hombre, estuvo consolándome A MI. "Tú vas a estar con los tres niños, cariño, no estás de brazos cruzados. Te comes tú la educación, las tareas, las comidas, las broncas... te despiertas a la misma hora que yo... y yo solo voy a estar trabajando, riéndome de los chistes de mis compañeros y haciendo lo que siempre se ha hecho, hacer horas extras para llegar a fin de mes. Así es como se nos ha planteado la situación, yo encontré trabajo antes que tú y tú no encuentras nada. Si fuera al revés harías el sacrificio tú. Pero las cosas están así y así las afrontaremos".

Él lo veía tan natural... tan poco sacrificado por su parte, tan sacrificada por la mía. Yo lo veía al revés, un hombre que sacrifica tiempo y esfuerzo para darnos un techo y comida a fin de mes. Al final de todo dijo algo que jamás olvidaré: "jamás permitiré que paséis hambre"

Y recordé, a poco de hacer 10 años juntos, por qué me enamoré de él, por qué decidí pasar mi vida junto a él. 

Ante la crisis... AMOR.

lunes, 10 de octubre de 2011

Uy, uy, uy, uy... que cabreo...


Vaya **** de país "tolerante". "Hay que ser tolerante con las religiones, con las minorías étnicas, con las minorías sexuales... " ¡¡¡Y UNA MIERDA, SEÑORES!!! La tolerancia les va bien de boquilla, para hacerse los progres, para demandar unas libertades que ellos no conceden. "Acéptame como soy que yo te daré una patada en los cataplines cuando me convenga" "Yo soy así y tú cambia o no hay lugar para ti en este pueblo"
¿Qué clase de tolerandia, convivencia cívica existe cuando desprecian tus ideas educativas por creer en Dios y luego las plagian, apartándote del proyecto porque "uy, es que no va a haber demanda" y al cabo de un mes ellos se adueñan de tus ideas y las ofertan como propias?

¿Qué clase de tolerancia hay sobre la diversidad? Ah, perdón, diversidad sí, menos para los que creen en Dios a esos hay que ponerlos en cuarentena. Ahora sí, no se rasgarán las vestiduras porque ellos me hayan robado la idea, mi proyecto de escuela de padres. NO SEÑORES. Este país funciona así. Tolerancia de boquilla y de manos usurpadoras.

Se ha declarado la guerra, señores. Ya lo creo que sí.

Con el agua al cuello



Reconozco que no tengo ganas de escribir en el blog, simplemente porque si lo hiciera no tendría otro remedio que vaciarme en las letras que no quiero desenterrar. Vertiendo lágrimas contenidas por intentar hacerme la valiente, sé que comienzo a perder el sueño.
Seis meses más de subsidio, aquel que ni siquiera sé si el nuevo gobierno me respetará, pero luego ¿qué? Si ahora apenas podemos sobrevivir el día a día. 250 € para comer una familia numerosa no parece ser gran cosa, sin embargo, hemos aprendido a reducir cosas superficiales como flanes, la mayoría de carnes (excepto pollo y carne picada y cerdo baratito), quesos, zumos, ciertas frutas, etc... 250€ para comer si no sale un imprevisto, si mi hijo mayor no crece, si los zapatos no se rompen, si no hay ninguna reparación en casa o en el coche. Hemos aprendido a vivir en las estrecheces de la crisis y sobrevivimos, pero... ¿después qué?
No puedo aceptar un trabajo que me pague menos de 1000 € porque no me conceden becas de comedor para mis tres hijos, ni para el bon día... ni para transporte escolar... ¿cómo encontrar un trabajo medianamente pagado que me coincida con los horarios de los niños? ¿Cómo encontrar trabajo simplemente? Mi sueño de ser escritora se diluye en las aguas que me oprimen. Eso jamás llegará, es agua pasada. Lo primero es darle de comer a mis hijos... toca de pies a tierra, cariño, los sueños son sueños y son pocos los privilegiados los que los hacen realidad. Pagar el alquiler, las facturas y darle de comer a tus hijos es lo primordial ahora.

Sería muy bonito que hoy mismo me llamara una editorial dándome la buena noticia que puedo seguir trabajando desde casa escribiendo, cuidando de mis hijos y sobreviviendo a estos tiempos... supongo que he perdido la fe. Sé que Dios proveerá, aunque no de la manera que había anhelado.

Respira, coge aire, aguanta la respiración.  El agua bajará y volverás a respirar... aunque vacía de letras.

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