Hoy desearía no saber lo que sé ahora, que las desgracias vienen en un segundo, que nunca sabes lo que te pasará dentro de cinco minutos, que tal vez sea la última vez que veas a un ser querido. Hoy, a las 21:30 han estado a punto de secuestrar a mi hija menor.
Visitando a mi cuñada en el barrio del raval en Barcelona, un hombre ha pasado por nuestro lado, ha aprovechado que yo estaba regañando a mi hijo mayor porque ha cruzado sin mirar la calle y pasaba un coche y ha cogido a mi hija menor de la mano y se la llevaba calle abajo, abrigado por la gente que caminaba junto a él. Suelo contar a mis hijos como suelo hacer cuando soy monitora y tengo muchos niños a mi cargo. 1,2,3 bien, están todos. 1,2,3 bien, están todos. Pero esta noche... 1,2... 1,2... ¿dónde está Hannah? y a mitad de calle vi un abrigo rosa entre la gente que caminaba de la mano de un hombre que caminaba casualmente por la calle como si paseara con su nieta. He salido corriendo, gritando a pleno pulmón ¡¡¡esa niña es mía!!! ¡¡¡eso no es una broma!!! ¡¡¡¡suelte a mi hija!!!!!!! pero no la soltaba. He tenido que arrancársela de la mano. ¿QUE ESTA HACIENDO?
El viejo se ha puesto a reír "eso, eso, que tenga miedo, que aprenda a no irse con nadie. Solo era una broma. Eso, sea dura con ella."
Cuando he acabado de enseñar esa lección a mi hija menor de poco me como al hombre con la mirada, porque estaba petrificada por el horror, me ha faltado sangre fría para fijarme en su ropa, en sus ojos, en su descripción para llamar a la policía y denunciarle. Me ha faltado sangre fría, solo me importaba mi hija, mis hijos, mi sobrino que estaba en la calle. Allí mismo hemos tenido la conversación que he tenido con mis hijos mayores muchas veces. JAMAS TE VAYAS CON DESCONOCIDOS. Aunque te den la mano, aunque tengan cara de buenos, aunque te digan que te van a dar un juguete o que yo les he dicho que os lleven a un sitio. JAMAS. Más adelante les he dado permiso para chillar, morder o dar patadas a quien trate de llevárselos por la fuerza.
Han estado a punto de secuestrara mi hija... el mundo, hoy, me parece una cueva de lobos.