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lunes, 10 de octubre de 2011

Con el agua al cuello



Reconozco que no tengo ganas de escribir en el blog, simplemente porque si lo hiciera no tendría otro remedio que vaciarme en las letras que no quiero desenterrar. Vertiendo lágrimas contenidas por intentar hacerme la valiente, sé que comienzo a perder el sueño.
Seis meses más de subsidio, aquel que ni siquiera sé si el nuevo gobierno me respetará, pero luego ¿qué? Si ahora apenas podemos sobrevivir el día a día. 250 € para comer una familia numerosa no parece ser gran cosa, sin embargo, hemos aprendido a reducir cosas superficiales como flanes, la mayoría de carnes (excepto pollo y carne picada y cerdo baratito), quesos, zumos, ciertas frutas, etc... 250€ para comer si no sale un imprevisto, si mi hijo mayor no crece, si los zapatos no se rompen, si no hay ninguna reparación en casa o en el coche. Hemos aprendido a vivir en las estrecheces de la crisis y sobrevivimos, pero... ¿después qué?
No puedo aceptar un trabajo que me pague menos de 1000 € porque no me conceden becas de comedor para mis tres hijos, ni para el bon día... ni para transporte escolar... ¿cómo encontrar un trabajo medianamente pagado que me coincida con los horarios de los niños? ¿Cómo encontrar trabajo simplemente? Mi sueño de ser escritora se diluye en las aguas que me oprimen. Eso jamás llegará, es agua pasada. Lo primero es darle de comer a mis hijos... toca de pies a tierra, cariño, los sueños son sueños y son pocos los privilegiados los que los hacen realidad. Pagar el alquiler, las facturas y darle de comer a tus hijos es lo primordial ahora.

Sería muy bonito que hoy mismo me llamara una editorial dándome la buena noticia que puedo seguir trabajando desde casa escribiendo, cuidando de mis hijos y sobreviviendo a estos tiempos... supongo que he perdido la fe. Sé que Dios proveerá, aunque no de la manera que había anhelado.

Respira, coge aire, aguanta la respiración.  El agua bajará y volverás a respirar... aunque vacía de letras.

5 comentarios:

  1. El Señor tiene caminos que a veces no entendemos... pero que si los seguimos confiados van a resultar mejor para nosotros...
    Se que es fácil decirlo pero hacerlo es otra cosa, así que ánimo, mucho ánimo!

    Besotes!

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  2. Corcho, Dama... Corren malos tiempos para el asunto de encontrar trabajo. La cifra que has mencionado me ha parecido una "propina". Los precios de TODO están por las nubes. Este ejercicio de austeridad es muy bueno. Eliminar todo lo superficial y accidental. Es liberador. Es una ducha para el alma que camina ligera de equipaje. Pero... un niño en Occidente va calzado. Si no, ya se encargan los servicios sociales de quitarte la custodia por no atenderlo bien...¡Esa es otra...! Y elegir entre unos zapatos y comer es una disyuntiva que hace dos años ni nos hubiéramos planteado. Y no es planteable. Te sientas a hacer números y piensas qué más puedes recortar y concluyes que como no sean las uñas...

    No pierdas la esperanza, Dama. Algo tiene que salir. Te lo mereces. Una oración por ti y tu familia y un beso enorme.

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  3. El único que puede hacer algo es el de arriba. Así que gracias por vuestras oraciones. Un besote a las dos.

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  4. Yo voy a recomendarte una lectura, espero que puedas pedirlo en una biblioteca, porque contiene información que necesitas: Marketing para escritores de Neus Arques. No, nadie nunca jamás vendrá a tu casa a darte nada. Un beso (y no olvides el refrán: a Dios rogando con el mazo dando)

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  5. No publiques el mensaje anterior si no quieres, pero hazle caso

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