If you want to translate the blog just select your language

sábado, 15 de junio de 2013

Al amor de mi vida

Me dijeron que no era hermosa, tus ojos mostraban que no estabas de acuerdo.

Me decían que si llevaba la contraria a un hombre, jamás me iba a querer; aún me sorprendo cuando te paras a escucharme cuando difiero en algo y me das las gracias por hacerte entender que hay otros puntos de vista.

Me enseñaron a dejarme llevar por un hombre y a que él tomara todas las decisiones; tú dices que soy la luz de un faro que ilumino tu oscuridad porque te enseño el camino correcto.

Me decían que era arisca; todavía veo tus ojos desencajados cuando pronuncias que no has conocido a gente tan ciega que se negara a conocerme y rechazara mi ternura evidente.

Me hicieron creer que jamás llegaría a ser esposa, que nadie querría lo que podía ofrecer; tú das gracias al cielo por el "milagro" que es tenerme en tu vida precisamente por tener las cualidades que ellos rechazaban.

¿Y todavía te preguntas por qué me enamoré de ti? ¿Por qué no puedo imaginarme una vida sin ti? ¿Por qué no me importaba lo que la gente dijera sobre ti?
Me diste el mundo, me enseñaste que no todas las personas son crueles, que no merece la pena guardar rencor si eso te hace perder tu esencia, que no todo vale, que tú me ves como soy en realidad.
¿Y todavía te preguntas por qué sigo a tu lado después de diez años? Tus besos, tus caricias, tus abrazos, tu mirada, tu sonrisa... me hacen recordar cada día lo que fui y lo que soy contigo. Cuando vienen los malos tiempos, solo tengo que recordar lo que has hecho por mí, lo que me has dado, la esperanza que me has brindado. Y todo vuelve a brillar, con tu voz, con tu piel, con tu mirada azul. Y después de diez años de matrimonio, sigues aquí, demostrándome que el amor eterno existe, que un hombre puede ser fiel, que somos iguales, que todavía me quieres a pesar de conocer cada uno de mis más oscuros rincones, ni un defecto que no sepas, ni una virtud que te haya pasado por alto. Y me quieres... y te quedas... y me cuidas... y me dejas ser yo misma.

¿Aún te sorprende que supiera tan pronto que eras el amor de mi vida? Lo único sorprendente es que Dios te pusiera en mi camino y que te enamoraras de mí.



Feliz décimo aniversario de bodas, Carlos.

2 comentarios:

Entradas populares