Me duele que me digan que no me quieren.
Me duele que mis risas intenten ser eclipsadas con mensajes racistas a su propio pueblo.
Me duele que intenten marginarme por no pensar como ciertos sectores. (no, no quiero monarquía, ni toros, NI INDEPENDENCIA, aunque cada vez lo tenga menos claro)
Me duele sentirme extranjera en mi propio país.
Me duele sentirme impura en mi propia tierra.
Me duelen los mensaje territoriales.
Me duelen los mensajes de odio.
No quiero dolerme más, pero la solución no está en mis manos.
No si al final acabaras del lado de tu marido....jejejeje
ResponderEliminarAl lado ya estoy, ejjejeej... vale, sé a lo que te refieres. ¿sabes lo que creo? que acabaré cediendo si todo slos mensajes que recibo son de tipo ¡catalán de mierda! y esas cosas... en fin, hoy me han tocado la fibra y ¿sabes lo que es peor? que a pesar de decirles lo mucho que duele, no les importa, se excusan en "no todos son así" pero a los que son... ¡¡guillotina!! y te planteas que no quieres formar parte de ese odio.
ResponderEliminarpasa de todo... mira los gallegos, tenemos fama de tontos y paletos y no sólo aquí sino tb en latinoamérica, q ya es el colmo... yo paso de todo... mira mi familia q internacional: mi marido hondureño, yo gallega como mi elisa, mi esther andaluza y el q viene en camino será valenciano...viva lo internacional¡¡¡¡... lo mejor de todo es q nuestra verdadera ciudadanía no es esta sino q está en los cielos, aquí sólo de paso... un abrazo :)
ResponderEliminarTienes razón Lidia, pero lo que más me sorprende son esos comentarios en boca de los que dicen ser ciudadanos de los cielos. En fin...
ResponderEliminarNo hagas caso =)
ResponderEliminarSoy castellana, vivo en Andalucía. En Andalucía me dicen que somos secos y sosos, pese a que yo soy la alegría de la huerta (y queda demostrado). Cuando vuelvo a Castilla me dicen que allí son vagos e incultos, pese a que convivo de forma continua con gente que estudia en la universidad por la mañana y va a trabajar por la tarde.
Ignorantes hay en todas partes.