If you want to translate the blog just select your language

Mostrando entradas con la etiqueta Dámaris García Puga. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Dámaris García Puga. Mostrar todas las entradas

lunes, 27 de mayo de 2019

Fotos amarillas

Siempre ten presente que la piel se arruga,
el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años...
Pero lo importante no cambia,
tu fuerza y tu convicción no tienen edad.

Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas...

Sigue, aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
¡¡¡Pero nunca te detengas!!!


(Madre Teresa)



Extraño tanto escribir... pero me da miedo reabrir viejas heridas. 
¿Será el tiempo de guardar las viejas fotos amarillas y crear nuevos recuerdos? ¿Nuevas páginas en blanco y negro? ¿Nuevos retos, nuevos senderos...?

Extraño tanto escribir... pero me da tanto miedo...


viernes, 29 de abril de 2016

completa desconocida

No hace falta mirarme al espejo para saber que he cambiado, que he envejecido. Si mi rostro fuese el problema, no sería más que una trivialidad sin importancia. La que se ha hecho anciana es mi alma. Sin fuerzas, sin garra, con achaques y deseos de finalizar con una existencia que ya no aguarda mayores alegrías de las que ya se han vivido.
Yo... yo no era así,  siempre dispuesta a superar un reto, a no aceptar las limitaciones que otros me imponían. Aquello era más fácil que lidiar con tu propia censura.  Una lisiada de corazón, eso es en lo que me he convertido, incapaz de levantarse y gritar "¡Todavía no ha llegado el día de mi derrota!". Tan solo me limito a lamerme las heridas, sintiéndome impotente, sin ganas de tomar las riendas de la situación.

No quiero mirarme al espejo  porque no me gusta lo que veo. Porque me cogería del cuello y me soltaría varias verdades a la cara: no has llegado hasta aquí para rendirte; no eres de la clase de mujer que acepta una derrota por una mala, aunque muy prolongada, época; no eres una mojigata que se complace en ser la víctima. Jamás he aceptado que nadie tuviese lástima de mí y ahora... soy yo misma mi propio verdugo.

Necesito reaccionar, levantarme, luchar, morir en el intento si es necesario, pero jamás así, no lamentándome de mis circunstancias. La guerra acaba cuando aceptas la derrota. Mas hoy no será ese día.

lunes, 25 de abril de 2016

sueños, tiempos y almas cansadas

Todo tiene su tiempo, al menos eso afirmó el rey Salomón. Tiempo de reír y tiempo de llorar.

No corren tiempos de escritura para mí. Los añoro... cuando respirar deja de ser, por un instante, doloroso.
Sueño con volver a mis novelas y personajes, pero tal vez retome aquella historia, la que en un principio soñé con escribir: la mía propia, mi alma, mi hogar, mi país, Cataluña. Su historia, sus luchas y su presente. Quisiera retomar el trabajo de documentación, recorrer más archivos históricos que me ayuden a ser fiel a lo que fuimos y nos ha hecho ser como somos. 7 años han pasado desde que comencé y, por miedo a no ser capaz de plasmar la verdad y la pasión de mi nación por una bandera teñida de sangre en el fragor de la batalla, dejé de lado el sueño y me dediqué a la novela que ya conocéis.

No sé si se acerca el tiempo de ser valiente y enfrentarme a mis miedos. No sé si debería centrarme en superar las batallas presentes o si, tal vez, volver al repiqueteo vertiginoso de un teclado provocado por una mente que escupe historias más rápido de lo que sus dedos son capaces de plasmar, sea el remedio a mi cansado corazón. Aunque perdonar sería un buen comienzo.

Hoy me concentro en respirar, quizás... mañana... llegue mi tiempo.

miércoles, 4 de marzo de 2015

La vida no es fácil


La vida no es fácil. Un compás de espera se hace eterno en el trascurso de nuestra efímera existencia. Te parece que pierdes el tiempo, que los días pasan y no regresan, que a este ritmo no llegarás a la meta. Pero los silencios son necesarios, para respirar, reorganizar ideas, sentimientos y circunstancias. La ausencia de actividad relevante puede provocar que nos perdamos en la rutina y el desánimo, pero todo pasa, lo bueno y lo malo.
Esperar no es fácil. Ni tan siquiera cuando tienes una promesa grabada a fuego en tu alma. Se hace más soportable sabiendo que al final del túnel hay esperanza, pero caminas y caminas confiando en que verás el final, sin vislumbrarlo, tan solo atisbando la paz y el gozo, que se debe sentir cuando todo acabe, a través de los párpados cuando te permites unos segundos para respirar hondo.
Tener fe no es fácil. Apretar los dientes y seguir el camino que te ha sido encomendado es tarea ardua, pero vital. Puedes no ver los frutos de lo sembrado, puedes no ver tus pies caminando en la oscuridad, sin saber si el siguiente paso caerá en el vacío, pero todo valle sombrío tiene un final y lo sabes y sigues aunque de hito en hito necesites parar, llorar, enjugarte las lágrimas y seguir tu trayecto.
Soñar no es fácil. Las circunstancias no son propicias para el soñador, pero ahí estás.
No importa si ahora estás caminando, cerrando los ojos para sentir paz o en un rincón del camino llorando, quitando la pena y la frustación de tu alma, ahí estás: luchando, esperando, confiando, soñando... porque estás vivo. Y la vida no es fácil.

PD: No estás solo. Podemos caminar juntos.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Cómo pasa el tiempo



A medida que nos hacemos mayores, los días son más cortos, los meses se doblan provocando que el paso de uno a otro sea apenas perceptible.
Los niños vuelven al colegio, el verano se ha escurrido más rápido que sus toallas y bañadores. Crecen tan deprisa que te hacen envejecer el doble en la mitad de tiempo.
Mas la rutina sigue, los sueños avanzan a paso lento y las fuerzas se renuevan tras otro inesperado milagro.
La vida sigue, para ellos y para mí.
El tiempo corre. 
Permitid que vaya a trabajar en mis sueños.

PD: Feliz lunes.

Entradas populares