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sábado, 17 de marzo de 2012

Risto Mejide

Ayer le confesé a mi marido lo que me rondaba por la mente y me hacía estar de mal humor. Me esfuerzo y me esfuerzo y solo puedo ver a una madre que intenta ser algo que no es. Tal vez pueda escribir novelas, pero no soy escritora, tal vez pueda pintar cuadros, pero no soy pintora. 
A veces pienso que me autoengaño exponiéndome a la burla y a la condescendencia de los que me rodean tan solo para no herir mis sentimientos. ¿Soy buena haciendo lo que hago? ¿debería seguir esforzándome o admitir la realidad? Con las mejores intenciones no se hace una carrera, pero sí con calidad y técnica... y muchas veces dudo que tenga algo de eso.

Mi marido se enfadó conmigo, sí, aunque él diga que no es así, que solo le molestó que saliera dejar a mi Risto Mejide. Dice que soy autodestructiva conmigo misma, demasiado crítica y que no me dejo respirar, que me ahogo yo misma en un sin fin de críticas dañinas sin permitir ver la realidad: que a la gente le gusta lo que hago.
Pero no sé, me siento como en tú sí que vales, donde el público aplaude cualquier cosa, que te animan a seguir con tu carrera artística, pero que en el mundo real no apostarían por ti, no comprarían tus obras y te darían una palmada en la espalda animándote a seguir sin desanimarte cuando lo que de verdad piensan es "la vida le enseñará que no es tan buena como se cree y podrá tocar de pies al suelo y unirse a la humanidad donde los sueños son sueños y pocas personas logran ser buenas en lo que realmente les gusta"

No quiero verme atrapada en una irrealidad, creyéndome ser algo que no soy. Escribir para mí misma dejando esos escritos en un cajón, pintando para mí, acumulando dibujos para ser regalados a familiares en fechas importantes.
Supongo que mi marido tiene razón. Tengo a Risto Mejide, solo atacándome a mí misma, metido en la cabeza que me dice que pare de ponerme en ridículo soñando cosas inalcanzables y que dedique mi tiempo a cosas más productivas. Es curioso cómo mi autodestrucción ha venido en el mismo momento que mi madre por primera vez en la vida ha mirado mi arte y ha dicho "triunfarás, cariño. No sé cuándo, pero triunfarás en la vida", la misma que me dijo que del arte no se podía vivir ahora apuesta por mí... y yo me he rendido.

5 comentarios:

  1. Dama... Que Risto sobreactúa. Fijo que es así "de mena"... pero también es el rol que le toca porque la gente espera que sea ácido. ¿Tú crees que todos los que están a tu alrededor te engañan como si se hubieran puesto de acuerdo? Incluso tu madre... No sé la tuya, pero la mía -aunque ya se sabe que el amor de madre es como es- es clara y catalana. Me parece que si creyera que ibas a hacer el ridículo, como dices en el post, sería la primera en decírtelo.

    Guapa... No te desanimes. Quizá ahora no es "tu momento". Si eres una yogurina... Madre mía los años que tienes todavía por delante. No te suelto mi rollo para no cansar... Con 51 todavía albergo la esperanza de poder publicar. Súmate a este carro, Dama. Tú sí que vales...¡¡¡Guárdalo todo!!! Besos, preciosa.

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    1. Mi problema es que me autoexijo demasiado... y una tiene sus limitaciones. En fin... la vida es un camino muy largo y tienes razón, solo que es difícil concienciarse de ello. Gracias guapa.

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  2. Sería muy interesante distinguir entre los planes, propósitos y deseos y la realidad. Animar, motivar y ayudar incluye ser muy sincero. En cada caso esa sinceridad se mostrará de una u otra forma, pero debe ser auténtica. Risto es el paradigma de la sinceridad -que no del acierto siempre-, que incluye comentarios duros o ácidos o ...Pero suele decir lo que la mayoría piensa y no dice , a veces, por hipocresía. Quien quiera destacar en algo, aparte de trabajar y conocer su propio talento, debe saber oir críticas. Quien de verdad vale, triunfa siempre, tarde lo que tarde, si no abandona. La hipersensibilidad, la ñoñez y la piel de bebé, no es adecuada para el trabajo que conlleva el reconocimiento de lo que creemos tiene valor.

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    1. Anónimo, hay mucho que decir acerca de tu comentario. Siento discrepar tanto, aunque este post no trate de Risto ni de la sinceridad ni de juzgar talentos.
      Pero me gustaría dar mi opinión acerca de lo que expones, aunque tal vez habría sido cuestión de otro post más acertado.
      Risto no es el paradigma de la sinceridad, sí lo es de la crueldad. Ser sincero no es sinónimo de cruel, humillante y destructivo. Ser sincero es decir lo que uno piensa, pero nunca debe estar reñido con la empatía y el saber decir las cosas. Hablas sobre saber distinguir, creo que diferenciar sinceridad con crueldad sería un buen comienzo.
      Si Risto está donde está no es por decir lo que todo el mundo piensa y no se atreve, sino por decirlo con la insensibilidad y la falta de humanidad que muchos tienen en su interior y no lo quieren mostrar por saber que no está bien. No representa el pensamiento de la mayoría, representa sus deseos de hacer daño y retenerse por motivos éticos.

      No es cierto lo que dices sobre que "el que vale triunfa siempre, tarde lo que tarde" solo conoces los talentos que han triunfado y han contado su historia hasta llegar a donde están, pero en el camino, por cada uno que ha triunfado, han caído miles de personas con talentos más portentosos, pero que no han podido llegar a la cima por no estar en el sitio indicado en el momento indicado.

      En una cosa tienes razón, el que quiere triunfar (aunque deberíamos diseccionar ese término y llegar a un acuerdo sobre qué queremos decir con triunfar) debe tener la piel gruesa y aceptar críticas, aunque sabrás que este post no habla de ello. Esta entrada no habla sobre la crítica externa, sino sobre la autocrítica, la cual la he comparado con Risto.
      Risto confunde juzgar el trabajo de alguien, "criticar" su obra, con humillar y destruir. Cuando una valoración no aporta un afán por mejorar, sino que su mayor propósito es hundir, humillar y destruir, uno deja de ser juez, para ser verdugo.

      De eso exactamente hablaba mi post, de una autoexigencia tal que deja de ser positiva para ser la que autodestruye todo un trabajo y un esfuerzo dignos de ser considerados. Es bueno escuchar críticas, es bueno tener la piel gruesa, es bueno saber distinguir los comentarios destructivos de los que quieren que mejores como persona y artista, pero ¿qué pasaría si esa destrucción viene de ti mismo? ¿cómo cerrar los oídos a la voz de tu interior? ¿es sano ser tu propio verdugo? Ser autocrítico para mejorar es sano, pero si nos volvemos un Risto solo lloraremos encima de nuestras cenizas.

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  3. El meu comentari és molt curt Sunsi:

    "Ets de les millors persones, com a mare, esposa, amiga i catolica. Moltes vegades penso en tú i ja m'agradaria assemblam en tu amb moltes coses."
    Ets per mi una gran referència.
    Petons

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