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viernes, 29 de abril de 2011

Obsolescencia programada


Hoy hablaba con una madre sobre nuestra mentalidad consumista. Ella afirmaba que si hubiera sabido cómo se iba a poner el mundo no habría tenido a sus hijos porque el panorama está muy feo y ellos no lo van a poder tener todo y no van a ser felices porque van a sufrir mucho. Yo no sabía cómo decirle que el problema no estaba en el mundo, ni  en la economía, ni tan siquiera en la felicidad de los niños, sino que el verdadero problema es la mentalidad consumista de los padres. Creamos unas necesidades que no son tales, inventamos NECESIDADES con mayúsculas de cosas superficiales como televisores planos, DS, consolas, juguetes, salidas al cine, restaurantes, centros de ocio y atracciones, actividades extraescolares, ropa de marca o simplemente ropa nueva cada temporada. Ya no se cose la ropa ni se ponen parches. Una vez llevé a mi hijo con un parche de los gormitis en los pantalones y él iba tan contento con su parche y una madre exclamó "el agujero que debe tener debajo". "Pues sí señora, dije riendo, ¿y lo contento que va el niño con su parche?"
La ropa se tira, igualmente los zapatos que pueden ser reparados sin ningún problema. Los electrodomésticos no se reparan (porque sale más caro repararlos) y una serie de aparatos que ya no se cambian por estar estropeados, sino por tener los del último modelo.

Y una vez nosotros nos adaptamos a conservar lo que tenemos, nos encontramos con la obsolescencia programada, es decir, que las cosas están diseñadas para romperse a un determinado número de usos y nos estamos cargando el medio ambiente. 
Debemos empezar por cambiar nuestras mentes y reprogramarnos para saber lo que es necesario y lo que son superficialidades. El siguiente paso es saber conservar lo que tenemos y por último, y el más difícil, es que los fabricantes de productos dejen de creer en una economía creciente y vuelvan unos años hacia atrás donde los electrodomésticos duraban 25 años, las bombillas 2500 horas (han habido hasta 100.000 horas de las 1000 que duran hoy en día) etc, etc, etc. Porque con nuestra mentalidad nos estamos cargando nuestra felicidad haciéndonos creer que nunca tenemos lo suficiente para ser felices y, de paso, nos estamos cargando el mundo.



miércoles, 27 de abril de 2011

desmotivado

Mi hijo se aburre en el cole, es un hecho confirmado. Su relajación en algunas asignaturas y su "falta de concentración" se debe a que se aburre tremendamente teniendo que hacerlo todo pintando. No, a mi hijo no le gusta colorear, que sí dibujar y mira que hay fórmulas para hacer las fichas escolares, pero en parvulario casi todo se reduce a dibujar y colorear. ¿Qué pasa si a algún niño como el mío no le gusta pintar y le obligan a hacerlo a todas horas? Me resulta complicado motivarle, no tengo respuesta a "me gusta pintar, pero no todo el rato"

La falta de motivación es el verdadero problema, no sé si desde el cole pueden hacer algo, por lo que me estoy devanando los sesos para suplir ese espacio vacío y ayudar a mi hijo a motivarse yo misma que para eso soy su madre. Y en eso estamos, en la documentación, buscando nuevas ideas, nuevos métodos y opciones creativas para que mi hijo pueda seguir ascendiendo en conocimiento, creatividad y superación.

¿Alguna idea?

jueves, 21 de abril de 2011

crueldad intolerable

No, no me gusta la crueldad, pero hoy no me he podido resistir. ¿Será porque perdimos? jajajajja
Lo reconozco, normalmente tengo buen perder, pero ayer... con un gol de Cristiano Ronaldo... escoció, lo admito, jajajajjaja.

martes, 19 de abril de 2011

a gusto de ¿quién?


Hoy no me expandiré demasiado. Tan solo unas líneas que resumen nuestro dilema como padres. Los abuelos se hartan de decir que somos demasiado duros con nuestros hijos, que no debemos exigirles tanto. Algunos amigos afirman lo contrario, que a veces pecamos de blandos y poca mano dura. Mi hermana se solidariza conmigo porque educar a un hijo depende del lastre educativo que llevan los padres a sus espaldas y de la personalidad única de cada hijo.

Hoy hemos puesto el estado de sitio en casa. Hemos cortado privilegios, establecido nuevas normas, concretas, respondiendo con la necesidad de cada niño. Comenzaré a trabajar con ellos, desde el juego, para darles las herramientas que les hacen falta. Cada juego un objetivo, cada actividad un propósito. Ellos deberán cumplir con las nuevas normas para el correcto desarrollo de la vida. Yo, como madre, apretaré los tornillos de la máquina un poco más, si cabe, para ofrecer a mis hijos unos valores y una actitud respetuosa con el prójimo y el entorno. Esa es mi responsabilidad, da igual si me llaman floja o exigente. Nunca llueve a gusto de todos, así que lloverá a mi gusto y a mi conciencia.

música, una caja y felicidad en estado puro

Mamá: ¿bailamos un rato?
Moira: Síiiiii. ¿sacas los disfraces?


La música comienza a sonar. Una madre va en busca de aquella caja de cartón eficazmente etiquetada para ocasiones especiales, cada vez más frecuentes. Las solapas se abren y aparece el país de los sueños. Batman se ocupa de pinchar las canciones bailando con su torso desde su trono de pinchadiscos. La princesa con alas coreografía el cotarro a la par que la abeja con orejas de murciélago y corona de reina llena la sala con las estrellas que destila su mirada. La india pirata obedece a sus dos señoras. La habitación se convierte en un castillo mágico, donde cada ser puede convertirse en lo que desee. La princesa se vuelve batman y reina, la abeja es ratona, abeja y bailarina, pero sobretodo la fuente de luz. La india sueña y baila, sin complejos, nunca es más ella misma que en estos momentos. Hace el burro, canta, desafina, se mueve al ritmo de su corazón. Puede soñar, puede elegir ser lo que quiera... y su sueño lo tiene delante. Batman baja a marcarse unos pasos ante un ritmo contagioso. Las féminas giran cogidas de la mano. ¿Se puede pedir más de la vida? ¿escritora?... tal vez. Ahora más que nunca desea lo que tiene, se reafirma en sus decisiones pasadas. No importa lo mucho que cueste el camino, no importa lo desagradecida que sea la tarea de india pirata, es feliz con sus retoños, felices, libres... Y recuerda lo que es, porque ahora es más ella que nunca, es la MADRE que si por alguna razón del destino le permite ser alguna otra cosa... desea ser escritora, pero jamás sacrificando las estrellas y la felicidad que emana de la vida que un día tuvo en sus entrañas. Ahora libres , tan libres como ella.

La fiesta dura lo que dura un sueño. La música cesa, los disfraces vuelven a su caja, los niños se dispersan, pero la intensa felicidad de la madre perdura hasta que el cofre de los sueños se vuelva a abrir. ¿Mañana tal vez?

lunes, 18 de abril de 2011

De esperanzas y desesperanza

El camino se hace largo, el calor insoportable, el agua de las esperanzas huyen a lagos subterráneos y te cuestionas ¿qué propósito tiene mi vida?, ¿para qué fui creado?. ¿Qué puedo ofrecerle al mundo? Y aunque sabes que tienes un mar que saciaría la sed de muchos perdidos en el desierto, como tú, miras alrededor y te parece que nadie quiere tu agua. ¡Estoy aquí! ¡ESTOY AQUÍ!

Tu voz suena hueca en la inmensidad del valle, sin llegar a oídos que oigan. ¿Estoy en el lugar adecuado? ¿Debería gritar más fuerte? Emprendiendo de nuevo el camino con tu vaso de agua fresca, sin beberla, porque quieres ofrecerla a alguien que tenga más sed que tú, pero te cuestionas ¿Merecerá la pena el sacrificio? ¿Alguien querrá lo que le ofrezco?

Camino, espero, desespero... mas aún no he dicho mi última palabra.

viernes, 15 de abril de 2011

Samueladas- Oso Yogui

(contexto. había salido al comedor para anunciar que íbamos a comer y veo 20 platos en el suelo con 30 vasos llenos de agua encima de una manta, madalenas y galletas comidas y esparcidas por los platos...)

Mamá: ¡¡¿Pero qué es esto?!!
Samuel: UN PICNIC

(y los tres ladrones se han comido las madalenas y las galletas del desayuno que han saqueado de un armario. Por supuesto ya no tienen hambre y yo con el humo que me sale de las orejas... ¿lo peor? tener que limpiar todos los platos y vasos a mano porque no tengo lavavajillas)

Contradicciones


Sentada enfrente de mi ordenador, tecleo con apatía. Escribo por escribir. La tinta de mi alma parece ser que está pensando en secarse, al menos por siete días. ¿Qué me pasa? ¿El cansancio?, ¿los niños?, ¿el tiempo?, ¿la primavera?. Con la novela en mi mente y con el deseo de seguir, algo me refrena, algo que me dice que espere porque va a venir una revelación importante que me hace falta para su continuación. Y es una sensación extraña, irracional e intensa. Las ganas por escribir están dormitando, como una etapa esencial en el ciclo del escritor. Descanso, necesito descanso de teclas, de letras y de mí. Sin embargo, me invade el sentimiento de que algo me falta si no reanudo mi incesante búsqueda de tiempo para dar vida a personajes. Siento que algo está incompleto en mi día sin el contraste de las letras en mi pantalla.

Qué semana más rara, que etapa más extraña. Deseo y retención. Ánimo y desidia.
¿La primavera la sangre altera?

jueves, 14 de abril de 2011

Al mal tiempo buena cara

Hoy tengo un día de esos en los que estoy decaída. El cielo encapotado ha apagado mi energía y su gris ha invadido mi día. Pero al mal tiempo buena cara. Espero que este vídeo os arranque una sonrisa a la espera que el sol luzca de nuevo y nos temple con su calidez.

I'm Yours



viernes, 8 de abril de 2011

Samueladas- de mayor quiero ser


(contexto: escuchando "the final countdown" de Europe en el solo de guitarra e inmerso en una simulación de guitarrista)

Samuel: ya sé lo que quiero ser de mayor: guitarrista de Rock.

Moiradas- ¿por qué será?


Moira: mamá. se asusta el gatito. (con voz melosa) venga, gatito, venga... venga... ¡¡¡¡¡VENGAAAAAAAA!!!!!


(sin comentarios)

jueves, 7 de abril de 2011

Musicaliza tu vida



Puede ser que tu día parezca brusco, seco, enfadado... un consejo ¡ponle música! ya verás cómo cambia la cosa.

Feliz jueves.

miércoles, 6 de abril de 2011

Hannadas- crisis de identidad


Hannah: Yo Cana Patana

(google translation: Yo Hannah Montana. Y pensar que es lo único que le han enseñado en la guardería...)

Educación, creatividad, motivación, déficit de atención

Sir Ken Robinson, experto en desarrollo de la creatividad

Pero lo que hay que hacer es enseñar cosas distintas (en el colegio) de lo que me enseñaban a mí (Eduard Punset) en los años 50, porque lo que nos enseñaban en los años 50 estaba muy bien para encontrar trabajo en una sociedad salida de la revolución industrial, para trabajar en una fábrica, pero no nos enseñaban lo que hacía falta para innovar, para ser creativo y para eso lo que debemos hacer es ayudar a nuestros jóvenes, a nuestros niños, a nuestros hijos a escoger lo que realmente les gusta y no tanto lo que sucede fuera de los mismos.



Es un vídeo largo de 28 minutos, pero en la página hay un resumen escrito del reportaje. Además, si adelantáis el vídeo al minuto 22:24 podréis ver un clip corto y ameno que resume el reportaje.

Mi ilusión sería poder hacer algo por la infancia y la juventud en este campo... estamos trabajando en ello.


Si no estás dispuesto a equivocarte, nunca llegarás a nada original.
Sir Ken Robinson

martes, 5 de abril de 2011

El arte y yo


Comencé en el mundo del arte desde bien pequeña. Mientras mi abuelo me enseñaba a pintar y a desarrollar mi imaginación con técnicas de dibujo, comencé a tocar el piano a una tierna edad. Era buena, cabe decirlo, no por lo que yo observaba, sino por los comentarios que me hacían mis profesores "tienes talento" "si le dedicaras más tiempo llegarías lejos", pero el piano no me llenaba, es verdad que me gustaba, pero era muy esclavo. ¿Cómo iba a sacar cuatro horas diarias de ensayo en mi ajetreada agenda? Solfeo, canto coral, coro de voces blancas, piano, música de cámara... y me agobié. Seguía pintando, recuerdo que de 3º a 5º de EGB, mi profesor me encargaba hacer dibujos para luego fotocopiarlos y que los pintaran el resto de la clase. El conservatorio se acabó a los 14-15 años, pero seguía tocando en grupos, ahora por hobby.
Escribía poemas libres en el instituto y me apunté a teatro. Era divertido, yo quería el papel protagonista, pero me dieron el de loca y lo bordaba, jajajajajjaj. Qué satisfacción fue cuando, en el escenario, la gente exclamó un "ooooooo" cuando llegó mi turno y ¡hasta me reconocieron por la calle! "¿Tú eres la que hizo de Carmen en la representación de teatro, verdad? oooooo sí, me gustaba el teatro. No seguí con ellos, porque no me caía muy bien el profesor de filosofía que siempre arremetía contra mí y mis creencias, así que denegué la oferta (y al profesor le hice un favor porque tampoco le caía bien). Con mis poemas, mis dibujos y mi piano llegué a los 18 años y no me dejaron estudiar Bellas artes porque "Hija, eso no te va a dar de comer y tienes que estudiar algo de más provecho" así que entrené para INEF y me lesioné las rodillas. Para no morirme de la pena bailé dos años hip-hop y hasta llegué a ser monitora de baile en un gimnasio por varios meses. Entré en un grupo de baile, que duró poco, y más tarde en un grupo de teatro. Actuar me gustaba, sí, era muy divertido, pero a veces los asuntos del corazón estropean cosas bonitas. El grupo de baile se disolvió y me volví a quedar con mis dibujos, mis poemas y mi piano.

El piano fue aparcado por razones personales y los poemas se quedaron en el tintero. Las muchas lágrimas los ahogaron. Mi madre se arrepintió de no haberme dejado estudiar Bellas artes "qué mal te hice, hija, con la mano que tú tienes" Por respeto me mordía la lengua, a veces el mal es irreparable y, cuando una tiene marido e hijo, primero debe mirar por darle al churumbel lo necesario y no mirar por propios asuntos.
Los hijos emborronaron los dibujos y me quedé sin la última brizna de aire creativo que me quedaba.

Sin piano, sin pintura, sin escritura, sin baile, sin teatro... ahogada. Me sentía ahogada en un mundo práctico e insulso. Los años pasaban y yo sobrevivía, pero gris, porque me faltaban los colores de mis pinturas, uniforme porque me faltaba la negrura de la tinta y el papel inmaculado, estática, incompleta.

Y llegó mi treinta cumpleaños. Mi hermana me regaló una libreta y un boli  con una dedicatoria "las personas creativas solo son felices creando" y reflexioné... Ya no podía bailar, ya no podía tocar el piano, ya no podía actuar, pero podía acabar de pintar aquellos cuadros que empecé y podía retomar la escritura.

Y comencé a crear de nuevo. Los colores invadieron mi vida y el contraste del blanco y negro de mi pantalla al verter mis sentimientos, me dieron una nueva luz y sentido a lo que yo era. Ahora soy madre y esposa, pero no debo olvidar lo que fui: pianista, bailarina, actriz, pintora y escritora. Todo amateur, pero lo fui. Soy una persona creativa y asumo que tengo una necesidad innata de dar vida a personajes, a paisajes... feliz creando, feliz siendo bohemia, feliz compaginándolo con mi responsabilidad de ser madre.

Y estoy segura de que todo lo que he vivido me llevará a algo más grande, algo con más significado que "yo, yo, yo" porque el arte, como la vida, solo tiene sentido cuando se comparte.

domingo, 3 de abril de 2011

Happy feet


Hoy me he sorprendido a mí misma haciendo lo que tanto odio que hagan. Reivindico la originalidad y la libre expresión de emociones única y exclusiva de cada individuo. Hoy mi hijo estaba usando ese derecho de ser libre y de expresarse como él sentía. Todos cantaban, él se ha puesto a bailar. Tan libre, tan especial, tan él mismo. Le he mirado, como quien mira una perla en el mar y le ha dicho a la almeja "ciérrate, que no quiero que me llamen la atención", luego he mirado alrededor y solo yo veía a mi hijo, todos cantaban ausentes al pequeño rubiales que se marcaba un baile libre. La única que le cortó la creatividad fui yo,  él se sintió avergonzado y se sentó jugando con unas gomas.

Le miré y me entristecí, porque mi hijo no es como el rebaño, todos cantaban.... pero él bailaba, tan especial, tan original, tan él mismo... y ahora están alienado, sentado, cohibido, porque si él no se expresa de esa manera... no sabe expresarse, porque el mundo es cantor, pero él es bailarín. ¡Corté su creatividad y se sentó!. Me arrepentí, porque no puede ser que ahogue la manera de expresarse de mi hijo solo porque los demás puedan pensar que es raro, como su profesora.

Y me he acordado de happy feet. Mi hijo no es un cantor, es un bailarín, le pese a quien le pese.
Samuel, al cabo de un rato, comenzó a moverse instintivamente con la música, porque no puede evitarlo, porque es su manera de expresarse y le he mirado con orgullo, le he sonreído y se ha marcado un baile de lo más extraordinario.

Baila, cariño, baila, el mundo no estará preparado para un bailarín, pero tu madre está muy orgullosa.

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