Miras atrás y te da rabia que aquellos que te han hecho daño prosperen, pero hace dos días entendí (gracias a Itiel Arroyo, ministerio Pasión) que "MAS QUE TENER RAZÓN, HAY QUE TENER AMOR". Cuando te marchas de un sitio dolido, esperas que el mundo que dejas atrás se derrumbe sin tu presencia, porque te quieres sentir importante e imprescindible. Aún y así el Dios que hace llover sobre justos e injustos, es más propenso al amor que al juicio. Y te duele, porque esperabas (como Jonás ante Nínive) que Dios enviara un rayo destructor y se los cargara a todos, mas al contrario, Dios los perdonó tras su arrepentimiento. Y te resulta difícil perdonarlos tú, porque tienes razón, porque SABES que tienes razón. Pero antes que tener razón hay que tener amor.
Y aquí te encuentras, con tu vida patas arriba y un corazón rebosando de preguntas. ¿por qué? Tal vez haya un motivo, tal vez no, de lo que estoy segura es que cada situación nos ayuda a fortalecernos. Los cristianos decimos "Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien"
Y aquí me encuentro, con mi vida patas arriba y un corazón rebosando de preguntas que se van contestando día tras día. Necesité dos años en curar heridas, ahora estoy luchando para hacer mía esa premisa "Más que tener razón... ¿acabas tú la frase? ,observando y esperando para emprender de nuevo el camino, esperando volver a la carrera y pelear la buena batalla.
Os dejo con una cita que he leído en un tweet:
Empieza haciendo lo necesario, luego lo que es posible. Muy pronto estarás haciendo lo imposible.
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