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lunes, 21 de marzo de 2011

políticamente incorrecto


Admiro a un hombre en particular por ser políticamente incorrecto y, a pesar de todo, izar la bandera del amor y la justicia.

Escuché que un día salía de una iglesia y sus amigos le preguntaron sobre un ciego que andaba por la calle. Habían escuchado la teoría que Dios castiga con enfermedades y Chus contestó:
- Pos no. Este hombre está ciego para que veáis lo que puedo hacer.

Y ni corto ni perezoso va y escupe en el suelo y comienza a hacer un barro asquerosísimo con su baba y la tierra. Me imagino a sus amigos llevándose las manos a la cabeza "¡guarro!" "pero qué asco, por Dios" "¿se puede saber qué está haciendo?" y Chus jugando con el barrito en el suelo, todo repugnante con el lapo que había soltado. Pero, además, los amigos desearían que la tierra se los hubiese tragado, ¿a quién se le ocurre escupir en el suelo? es como estar en Barcelona y limpiarse el culo con la bandera del barça ¡¡no por favor!!. Es más, acababan de salir huyendo de la iglesia porque querían apedrear a Chus, por sus impertinencias y su lengua suelta y ¿ahora se pone a hacer barrito?

Pues, sin pensárselo dos veces, Chus le puso el barro asqueroso en los ojos, que si el ciego pudiera ver habría salido corriendo antes de dejarse embarrar los ojos con un salivajo, y le ordenó que fuera a un estanque a limpiárselos para ser sanado. Como es lógico, el ciego fue, no sé si por fe o por asco, a quitarse el potingue. Ahora los amigos deberían estar calentando como si fueran a dar el pistoletazo de salida, para una carrera. Estarían trotando, torciéndose el cuello y crujiéndose los dedos para salir corriendo. Primero cabrea a los importantes y salvan su vida de un apedreamiento, luego escupe en el suelo y por último sana a un desconocido en el único día que estaba prohibido hacer cualquier tipo de cosas (el día de reposo) ¿¿ES QUE ESTABA LOCO?? ¿No podía atenerse a las normas sociales? ¿No se podía estar calladito ni quietecito un puto día?

Pero no, Chus no era de esos. Hacía y decía lo que tenía que hacer y decir, simplemente porque era lo correcto y se la sudaba a quién podía dañar la sensibilidad.

Ese es mi Chus, a ese hombre admiro. Y si no os creéis la historia daros una vuelta por la Biblia
Juan 8 y 9 (si queréis leer el contexto no dudéis en comenzar por el capítulo 8... o por el capítulo 1)


Y así acabó, con todo el mundo cabreado y demandando su sangre, pero no le importó, por ti, por mi.
Te quiere. ¿Te unes a los admiradores de Chus?

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