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lunes, 20 de diciembre de 2010

Solsticio de invierno

Aunque no salieras de casa y no te dieras cuenta de las luces que comienzan a colgar de lado a lado de las calles anunciando que se acerca la Navidad, te darías cuenta de las fechas a las que nos aproximamos solo con ver los anuncios. Desde hace casi un mes y medio las empresas jugueteras nos bombardean con su infinidad de artículos infantiles. Mis hijos los quieren todos.

Es increíble cómo se ha ido deteriorando el verdadero significado de la navidad, pero claro, en esta celebración nada es lo que parece. 

Si comenzamos desde el principio... bueno, el 25 de diciembre era una fiesta pagana celebrando el solsticio de invierno y unos religiosos quisieron maquillarla como la fiesta del nacimiento de Jesús, aunque Jesús naciera en primavera. Un intento desesperado para ocultar que esa fiesta no era religiosa, si no puedes con el enemigo únete a él ¿verdad?. Supongo que aunque esta celebración tenga mucho de religioso y poco de Jesús, al menos, nos obliga a recordar que en algún momento de la humanidad nació Jesús (que no nació en el año 0, sino más o menos en el año 6 después de Cristo, otra genialidad de algún monje desesperado por etiquetar la historia de manera diferente a como se había medido el tiempo hasta sus días).
Luego llegó Papá Noel, que no era más que un monje llamado Nicolás vestido de marrón que le hicieron un cambio de look gracias a la empresa Coca-cola y lo vistió de rojo para su marketing.

La fiesta continúa celebrándose, primero el solsticio de invierno, luego el nacimiento de Jesús y más tarde un viejo gordo que nos trae regalos según lo bueno que hayamos sido. No me gusta Papá Noel, se nota,  porque provoca que los niños no agradezcan a los padres el esfuerzo de comprarles unos regalos que han costado esfuerzo y horas extra en el trabajo. Mis hijos saben que papá Noel no existe, aunque tienen ciertos problemas con los reyes magos... ya escribiré sobre eso el año que viene.

Reconozco que nosotros regalamos cosas, la acción de regalar y ser regalado es bonita, no os quiero engañar, pero creo que esa no es la intención de la fiesta... ¿original? Aunque también pienso que el nacimiento de Jesús debería ser algo que recordar cada día de nuestra vida porque fue el inicio de nuestra esperanza.

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