If you want to translate the blog just select your language

martes, 2 de noviembre de 2010

Bigfoot

Hay gente que se cree importante, o tal vez lo sean. En su caminar por la vida se comportan como si todos los demás fuéramos pequeños, algo tan insignificante que no se merece tener en consideración. Los demás, los seres inferiores que viven bajo sus pies, no pueden ser tan importantes como ellos, tan altos, tan grandes y tan fuertes. Solo se paran a saludar a los de su tamaño y mientras no reparan en que ahí abajo vive un ser que, aunque no se le pueda comparar en tamaño, es equiparable en importancia. Ese microorganismo tiene vida, y sí, tenemos sueños.

Tal vez ese don-importante no se haya parado a pensar en que la vida por debajo de sus tobillos es valiosa, por eso no le importa pisotear a quienquiera que se le cruce en el camino. Son, sobretodo, pisoteadores de sueños. Con su altivez te hunden la esperanza con tan solo una frase y te planteas si eres tan pequeño como él te ve y tus sueños son tan ridículos como él piensa.

Pero si nos dejamos pisotear por esos bigfoot, si nos rendimos cada vez que un ser sin alma intenta echarte por tierra tus sueños, tus proyectos y tus ilusiones, dejaremos de ser nosotros mismos. Puede que nuestros sueños sean tan ridículos como nuestro tamaño, pero nadie se merece que dejemos nuestra esencia por su carencia de consideración o falta de una visión más amplia.
Tal vez sea pequeña, tal vez mi blog o mi libro no sean importantes y lo lea poca gente, aunque 323 personas el mes pasado supera con creces mis expectativas, pero no por eso voy a dejar de escribir porque a alguien le parezca que lo que hago sea pequeño o insustancial. No escribo para esa clase de personas. Escribo para la gente que, como yo, vivimos entre el césped intentando sobrevivir a los bigfoot que intentan pisotearnos día tras día.

Resistid. No os dejéis hundir, somos más los pequeños que los bigfoot, podemos con ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares